martes, 21 de abril de 2009

Película ¨Entre los Muros¨

El filme "Entre los muros", en que el francés Laurent Cantet aborda la realidad de un grupo de chicos inmigrantes en una escuela de las afueras de París y que llegó a salas locales, fue definido por el realizador como una pregunta acerca de "cómo esos jóvenes, tan hostigados y estigmatizados, van a insertarse en el concepto de ciudadanía".
"Lo que me interesó es no tener una sola respuesta sino apostar a lo impensado, a lo no resuelto, como sucede también en la sociedad francesa, que es la que conozco, y que es la que debe abordar una nueva diversidad", analizó Cantet en una entrevista con Télam cuando presentó la película en el encuentro Pantalla Pinamar 2009.


En esa escuela parisina, indios, marroquíes y africanos de diversos orígenes importan costumbres y carencias y delatan una situación en la que inevitablemente son víctimas.
El largometraje, nueva entrega del también autor de "Recursos humanos" (1999) y "El empleo del tiempo" (2001), refiere a la situación de un grupo de chicos inmigrantes "con problemas de conducta" y su conflictiva relación con un profesor, situación que Cantet definió como una metáfora de la sociedad francesa actual.


Al espiar el resultado plasmado en la pantalla, opinó que "no creo que mi película tenga un sentido globalizado, o por lo menos esa no fue mi intención. Es, simplemente, un intento de comprender un momento social difícil y complicado en Francia".
Una buena postal de esa situación quedó evidenciada cuando decidió recibir la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2008 que mereció "Entre los muros", junto a todos los chicos que participaron del filme.

"Ellos fueron muy aplaudidos en el escenario y también después, pero luego no se los aplaude en la vida", denunció el cineasta.
En el mismo sentido, agregó que "recuerdo que me llegó algún tipo de felicitación oficial, pero hay mucha hipocresía en un gobierno (francés) que al mismo tiempo crea un Ministerio de Inmigración y de Identidad Nacional".
Sobre la mecánica de la película, contó que si bien maestros, padres y alumnos se representaron a sí mismos, "ellos son actores por naturaleza que rindieron al máximo, y lo más interesante fue que siempre primó la unidad del grupo por sobre cada caso individual".

Para lograr la fluidez de los diálogos y las situaciones, Cantet preparó un guión pasible de ser improvisado, para lo que primero convivió varios meses en el ámbito escolar y contó con la colaboración del autor original del libro, Francois Bégaureau.
El realizador aseguró que "no quise hacer una película simplista, al modo en que lo hacen los norteamericanos; este profesor razona y sobre todo duda, frente a su grupo no tiene por qué tener todas las respuestas. Todo eso porque no me interesa juzgar a los personajes".